REALIDAD VIRTUAL Y REALIDAD AUMENTADA Y SU USO EN LA EXPERIENCIA DE COMPRA DE LOS E-COMMERCE
Todo comienza con una idea.
¿Has oído hablar de la realidad virtual y la realidad aumentada?, ¿sabes de sus aplicativos que están disponibles en la actualidad? Permíteme explicarte estos conceptos que a veces nos pueden parecer confusos.
La “realidad virtual” o VR (siglas en inglés), es un entorno de escenas u objetos de apariencia real, estos pueden ser visualizados con visores especiales que permiten una inmersión total de una persona en un entorno con apariencia real pero es netamente virtual, su experiencia es 3D; aunque también se puede tener una visualización 2D por medio de un dispositivo común como un ordenador, una tablet o un teléfono inteligente.
En ambos casos, gracias al desarrollo actual de la tecnología, la experiencia de esta “apariencia real” es de una calidad que se acerca mucho al mundo real. Actualmente los equipos de desarrollo de estas tecnologías pueden brindar una calidad que simulan a un 90% los entornos reales.
Así mismo, la “realidad aumentada” o AR (siglas en inglés), puede describirse como un conjunto de tecnologías que permiten que un usuario visualice parte del mundo real a través de un dispositivo tecnológico con información gráfica añadida por este, es decir, mediante la cámara de un dispositivo se puede ver el mundo real que está detrás pero adicionando un “elemento virtual” previamente diseñado. Al igual que en VR, la “apariencia real” de estos elementos alcanzan una calidad que simulan su entorno físico.
Actualmente en el e-commerce las experiencias de compra son limitadas, a veces porque los clientes desean probar el producto y en otros casos necesitan una asesoría profesional, como estos servicios no están disponibles digitalmente se desacelera la decisión de compra o simplemente se abandona el carrito.
Si a esta realidad le sumamos el actual salto tecnológico, establecido por algunos expertos como un avance digital de 10 años a raíz de la pandemia, entonces nos atrevemos a decir que el uso de esta tecnología se vuelve imprescindible de cara a generar una sólida experiencia de compra que facilite el entendimiento de los productos, su modo de uso y en consecuencia, la decisión de compra.
EL BOOM DEL E-COMMERCE: CÓMO DIFERENCIARSE
Todo comienza con una idea.
El impacto de la pandemia del COVID-19 ha disparado el desarrollo del comercio llevándolo al mundo digital. Este gran vuelco hacia el mundo online en los negocios como en los emprendimientos, ha marcado una tendencia en la forma de comercializar y vender productos.
Independiente de esta nueva realidad, las leyes y los principios del emprendimiento, la empresa y el marketing siguen aún más vigentes que antes, por ello surge una pregunta crucial: ¿cómo llegar a diferenciarnos de nuestra competencia si no tenemos la oportunidad de desarrollar experiencias de compra físicas entendiendo que ahora no disponemos de todos esos recursos?.
No obstante, esta nueva realidad que está destinada a quedarse, no cuenta con un entorno controlado en el cual se podría agregar valor a la experiencia de comprar estimulando los sentidos, por el contrario, se cuenta únicamente con el aspecto visual en un entorno cada vez más común y menos atractivo.
Ante esta problemática una de las opciones poderosas que tenemos a la mano y podemos usar son los entornos virtuales, los cuales ayudan a mejorar la interacción del usuario con los productos antes de adquirirlos y permiten la inmersión en un espacio no físico sino virtual, que al no estar construido ni limitado a condiciones presupuestarias, terreno, topografía, accesibilidad propias del mundo físico, se puede llegar a desarrollar un ambiente de alta calidad estética enfocada en la visión empresarial de la marca.
Por otra parte, la “realidad aumentada” nos permite llevar los productos al entorno físico mediante el cual los clientes ya se sienten identificados mejorando la relación emocional y logrando mayores beneficios al momento de ser recordados en un mundo online.
Con seguridad es la manera cómo nuestra sociedad se desarrollará en un mundo cada vez más tecnológico; el reto será entonces proporcionar el “ambiente virtual adecuado” para que lo personal sea lo que prime si deseamos que nuestra marca sea sustentable en un mundo que cambia a cada segundo.